Nutrición para Deportistas

Prueba de esfuerzo: Todo lo que debes saber

¿Alguna vez te has preguntado qué es una prueba de esfuerzo y para que sirve? ¡Desde Kronosalud te vamos a dar todas las claves sobre el tema!

Los beneficios del deporte son ampliamente conocidos por todos, pero la práctica deportiva no está exenta de peligro. Si se ejecuta de forma imprudente, puede llegar a provocar lesiones deportivas, a agravar patologías ocultas o producir nuevas enfermedades.

En los últimos años, el afán por el deporte ha ido aumentando progresivamente. Cada día hay más personas que comienzan a entrenar y se ponen objetivos cada vez más exigentes. Sin embargo, habitualmente no se toman las precauciones adecuadas y se obvian los periodos de adaptación necesarios.

Por ello, si realizas ejercicio físico o vas a empezar a hacerlo, es interesante que te sometas a un reconocimiento médico-deportivo que valore tu salud y tu aptitud deportiva. De este modo, conocerás cuáles son tus limitaciones y no correrás riesgos innecesarios.

¿Qué es una prueba de esfuerzo?

Una prueba de esfuerzo es un examen funcional y no invasivo que se realiza en un entorno clínico. Consiste en aplicar de forma progresiva diferentes cargas físicas a un sujeto – velocidad (km/h), pendiente (%), potencia (vatios)… – que originan una respuesta fisiológica en los diferentes sistemas y aparatos; pudiendo cuantificar su intensidad en forma de, por ejemplo, electrocardiograma o ergoespirometría. Así, podemos estudiar y valorar de forma objetiva la respuesta de los pulmones, el corazón, los músculos y el sistema metabólico durante la realización de ejercicio físico.

Es importante tener en cuenta que estas pruebas exigen un gran rendimiento a las funciones fisiológicas (cardiorrespiratoria, neuromuscular, metabólica…) y, por tanto, para realizarlas es fundamental ponerse en manos de profesionales legalmente cualificados, competentes y capaces, en caso necesario, de tomar medidas de urgencia. De este modo, evitarás posibles incidentes.

Una vez haya recibido la información correspondiente sobre el test (indicaciones, contraindicaciones, riesgos…), es prudente que el sujeto acepte la realización de la exploración otorgando su autorización formal mediante la cumplimentación de un consentimiento informado.

Prueba de esfuerzo según el deporte practicado

Asimismo, es necesario aplicar una metodología específica según el deporte practicado, la condición física del deportista y el objetivo perseguido para garantizar en todo momento la seguridad del sujeto. También para un correcto desarrollo y una minimización de los riesgos se necesitan: un equipamiento suficiente, sofisticado y correctamente calibrado, una monitorización apropiada del individuo y un lugar adecuado (amplio, limpio, ventilado y con una temperatura en torno a 20 °C y una humedad relativa entre 40-60 %). Además, la prueba deberá ir precedida de una fase de calentamiento y seguida de una fase de recuperación.

Finalmente, el responsable de la sesión debe explicar al deportista cómo ha ido la prueba y entregar al sujeto un informe final médico-deportivo detallado para su propio uso. En él, deberán indicarse claramente las observaciones clínicas o paraclínicas efectuadas, los resultados de los datos fisiológicos interpretados por el médico y las conclusiones sobre la conducta a seguir (zonas de entrenamiento aconsejadas, contraindicaciones médicas para la práctica de deporte…).

¿Por qué debo someterme a una prueba de esfuerzo?

En la medicina del deporte, las pruebas de esfuerzo pueden indicarse con diferentes objetivos como, por ejemplo:

  • Evaluar la salud antes de iniciar un programa de entrenamiento y nutrición deportiva.
  • Controlar las adaptaciones al ejercicio y obtener datos para la mejora del entrenamiento y del rendimiento deportivo.
  • Diagnosticar, pronosticar o descartar posibles alteraciones patológicas ocultas.
  • Detectar talentos deportivos.

¿Cuándo se debe y cuándo no se debe realizar?

Todas aquellas personas que inicien un programa de entrenamiento o que realicen ejercicio físico con cierta regularidad deberían someterse a una prueba de esfuerzo como medida preventiva y con un objetivo de salud. Asimismo, tal y como establecen las sociedades científicas de medicina del deporte nacionales e internaciones, es recomendable que los deportistas de cualquier nivel se realicen 2-3 pruebas de esfuerzo al año en las diversas fases de sus ciclos de entrenamiento para conocer la efectividad de sus programas de entrenamiento y, de este modo, poder optimizarlos.

Es importante destacar que aquellos deportistas de alto nivel, inscritos en listas nacionales y regionales, deben someterse por ley a seguimiento médico, parte del cual suele consistir en pruebas de esfuerzo. Además, aunque no existe obligación legal, las pruebas de esfuerzo pueden recomendarse a los sujetos que presenten factores de riesgo, que lleven a cabo actividades físicas con elevada demanda bioenergética o que corran riesgo de entrenamiento excesivo.

No obstante, existen situaciones de contraindicación absoluta (casos en los que bajo ningún concepto se podrá realizar la prueba de esfuerzo) y situaciones de contraindicación relativa (casos en los que la prueba de esfuerzo se podrá realizar o no en función de la gravedad de la patología en cuestión). Igualmente, existen también contraindicaciones específicas en deportistas (víspera de jornada de competición, día posterior a un esfuerzo extenuante…). En estos casos, será el médico especialista en medicina de la educación física y el deporte quien tome la decisión sobre si se puede realizar o no la prueba.

Por último, ¿Te has hecho alguna vez una prueba de esfuerzo? Puede ayudarte a prevenir problemas, y también a mejorar tu rendimiento. El deporte, ¡siempre con salud!

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KRONOSALUD

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